En 1970 la empresa barcelonesa Model-Iber lanzó al mercado español la mítica marca Ibertren, con el fin de hacer llegar a nuestro país un tren eléctrico de juguete, como existía en otros países.

La escala elegida fue la entonces novedosa escala N ( 1:160 ), que era la mitad de pequeña de la entonces ya mitad de los trenes de 0 (1:43.5), llamada HO (1:87). Cuyo reducido tamaño permitía salvar los problemas de espacio que suponía tener una maqueta de tren en los hogares.

La escala N, sin duda, fue una buena elección, cuanto a la posibilidad de disfrutar de una maqueta en casa, pero el sistema de tres carriles, con un patín central para la toma de corriente, no acabó de triunfar. Era el único fabricante que lo utilizó y acabo reconvirtiendo a sistema N convencional, de dos carriles, en 1978, para tener entera compatibilidad con el resto de fabricantes mundiales. Línea de producto que llamó 2N para diferenciarlo del sistema 3N de tres carriles. Y que venían en cajas de color naranja, para diferenciarlas de las amarillas de 3N, que eran las distintivas de la marca hasta entonces.

El sistema de tres carriles era parecido al de la conocida marca alemana Marklïn, pero a diferencia de este, que funciona en corriente alterna, el sistema de Ibertren funcionaba en corriente continua, supuestamente porqué la reducida escala no permitía introducir en el interior de las máquinas la electrónica que permite el cambio de sentido por pico de corriente.

Este novedoso sistema 3N tenia una ventaja, que era que se podían hacer bucles con las vías sin ningún problema de cortocircuitos, como si pasaba con los sistemas convencionales de dos carriles que usaban el resto de fabricantes, y que se ha acabado imponiendo.
Lo curioso del tema es que en ninguna maqueta de las que vendía Ibertren (los populares Iberama) existe ningún bucle de retorno (o raqueta).
Por lo demás todo eran inconvenientes: A parte de la incompatibilidad del material con el de otros fabricantes de la misma escala, el sistema de toma de corriente por fricción del patín daba problemas, las vías no eran compatibles, y la estética de la vía en cruces y desvíos era nefasta, por las chapas de contacto para el patín. Curiosamente, a diferencia de Marklïn, el material rodante de Ibertren tenia los ejes aislados y podía utilizarse en vías standard de dos carriles de el resto de fabricantes de esta escala.

Además, los dos carriles del raíl eran solidarios, con lo que no permitía hacer circular dos trenes analógicos sobre una misma vía.

En principio (1970) Ibertren solo se vendía en cajas de iniciación, pero el año 1971 el catálogo de la marca incluía ya las siguientes locomotoras:

• Ref. 1101: tractor diésel de maniobres 61006 de SNCF
• Ref. 1102: locomotora diésel ALCO Renfe serie 321
• Ref. 1201: locomotora de vapor F.F.A. (BR24 de DB)
• Ref. 1301: locomotora eléctrica Alsthom Renfe serie 276

El catálogo de Ibertren también incluía tres coches de pasajeros y una serie de vagones de ambientación española, todos ellos con los ejes de las ruedas aislados. Lo que les permitía circular también sobre vías de dos carriles de los otros fabricantes de la escala N (a diferencia de las locomotoras).

Locomotoras y vagones usaban el enganche rápido típico de la escala N, usado mayoritariamente en Europa.

Así pues, el material remolcado es del todo standard (enganches normalizados y ejes aislados), con lo que la marca se aseguraba poder vender sus vagones más allá de las fronteras españolas.
Y que permitiría que el paso a sistema 2N de la marca, a partir del año 1982 (tras más de una década de 3N), no fuera tan traumático para sus clientes.

Las primeras vías eran completamente metálicas y simulaban una traviesa bibloque con balastro. Y posteriormente se substituyeron por traviesas de madera hechas en plástico que mejoraban los problemas de conectividad.

La geometría de vías no permitía trazados muy realistas:

De entrada solo existía un radio de vía, pero pronto se incluyó un segundo radio.
Existían también desvíos a derecha e izquierda y un cruce.
En estos elementos son claramente visibles las planchas que dan corriente al patín de las locomotoras.

Existía una estación de una planta (ref. 719) y otra de dos pisos (llamada Salou, aunque nada tenia que ver con la original) y un par de andenes: uno cubierto y otro descubierto.

El catálogo también contenía elementos de decoración, como cuatro modelos de casitas (ref. 760 a 763), animales como vacas (ref. 737) o caballos (ref. 736), etc. Y arboles como abetos (ref. 731), álamos (ref. 728), chopos (ref. 766), cipreses (ref. 768), pinos (ref. 769) y pinos mediterráneos (ref. 770).

Se disponía también de dos tipos de farolas, para el alumbrado. Unas se situaban en los andenes y las otras eran de bola para iluminar las zonas residenciales. Existía también una versión de las farolas puramente decorativas (sin bombilla),

Así como vallas (en diversos colores) y un paso a nivel con barreras y garita, para montar por separado (ref. 725) o en una pieza (ref. 724).

También eran típicos los esquemáticos automóviles (sin cristales), que fabricaba para Ibertren la marca EKO. Un modelo SEAT 600 y otro tipo SEAT 124 fabricados en diversos colores. Que servia tanto para situar en las carreteras de las maquetas como para rellenar los vagones porta-coches y algún vagón de bordes bajo.

Los semáforos disponían de un soporte que los mantenía anclados a la vía. El pack incluía una vía seccionada, los botones del pupitre y el susodicho semáforo.

Ibertren también disponía de material de control para realizar pupitres: mandos de desvíos, semáforos, etc.

Un surtido de puentes y pilares modulares permitía secciones elevadas especialmente para los Iberamas.